¿Algunas vez has visto a alguien mordiéndose las uñas? Ese es un mal hábito y todos lo tenemos.
Aunque morderse las uñas no es algo superhigiénico, al menos no tiende a arruinar nuestras vidas profesionales. La ineficiencia, por otro lado, te puede perjudicar laboralmente.
Claro, todos comenzamos siendo así. Nadie sabe la manera más rápida de hace algo hasta que tenemos práctica en eso. Es por esta razón que la insuficiencia y la pereza son, con frecuencia, malos compañeros.
Pero ese no siempre es el caso. A veces, la meticulosidad puede ser igual de ineficiente que una actitud apática.
La verdad es que existen muchas actitudes que pueden generar ineficiencia. Esto es muy cierto para los profesionales del sector del diseño web. En este rubro existe una variedad de comportamientos que van hacia ambos lados. Si te apoyas mucho en un extremo, es probable que pierdas un poco de productividad.
Veamos algunos de los errores que pueden hacer que los diseñadores web caigan en algún extremo.
1. Diseño web descuidado
En forma general, esto viene en la forma de olvidar diseñar para más de un solo navegador. Es fácil olvidar que no todos usan Google Chrome. Aunque resulte doloroso de admitir, aún existen personas que navegan es una versión desactualizada y lenta de Internet Explorer.
Claro, existen atajos que puedes tomar para hacer que ciertos retrasos salten a la vista.
- No tomarte el tiempo de crear un informe con tus clientes antes de empezar un proyecto.
- Nunca hacerles un seguimiento acerca de cuán satisfechos están con tu proyecto terminado.
- Siempre escoger usar el correo electrónico en lugar del teléfono. Tú sabes, todos los aspectos sociales del trabajo.
Luego existe el ímpetu de nunca crecer en tus habilidades técnicas. Si estás feliz con solo unas pocas habilidades y prefieres no aprender más, entonces estás mostrando otro síntoma de descuido.
Se puede hablar acerca del dominio de un solo área, pero ganar experiencia en varias disciplinas se facilitará el profundizar tus conocimientos en cualquier área que desees.
No temas intentar cosas nuevas. Sin importar a qué estés acostumbrado, cambia y empieza a trabajar en algo nuevo de vez en cuando. Empieza aprendiendo una nueva herramienta para crear prototipos, o usa Sketch en lugar de Photoshop.
Pero ten cuidado de caminar mucho por el otro lado. Si empiezas a obsesionarte en tus diseños, terminarás siendo igual de ineficiente. Eso nos lleva a nuestro siguiente mal hábito.
2. Sobrediseño
El mantra «menos es más» ha puesto este concepto en segundo plano, pero sigue siendo un peligro.
Sobrediseñar es el impulso de colocar demasiadas funciones en tu diseños web. El resultado final es una interfaz confusa y desordenada. La verdad insidiosa sobre el sobrediseño es que vienen de puras buenas intenciones.
Planificas hacer todo a la perfección, demasiado perfecto. Tu diseño necesita todo cubierto, de modo que el usuario nunca se encuentre en una situación donde esté confundido acerca de dónde ir o qué hacer.
Desafortunadamente, brindar una abundancia de opciones, caminos y funciones a los usuarios termina en dejarlos indecisos. Las páginas web sobrediseñadas abundan por todo lo siguiente:
- Interfaces abarrotadas. Las interfaces de usuario sobrediseñadas están llenas de elementos de diseño y pueden parecer no atractivas. Para evitar ese desorden, remueve elementos de tu diseño hasta que deje de funcionar, luego, de forma lenta, vuelve a añadirlos. Si tratas del justificar por qué un elemento debe volverse a añadir, entonces déjalo fuera.
- Abundante fricción. El progreso del usuario a través de una página web debe ser libre e ininterrumpido. Las páginas web sobrediseñadas pueden generar un alto.
- Pérdida de función. Muchas texturas o colores disuelven la jerarquía visual: legibilidad, enfoque, función, etcétera.
La solución es simple: entiende los problemas y diseña de forma selectiva para los clientes.
3. Olvidarse del usuario
Es fácil quedar atrapado en los aspectos artísticos del diseño y olvidar que necesitan cumplir una función para las personas con varios grados de experiencia y conocimiento. Darse cuenta de la falibilidad del usuario es esencial para diseñar de forma efectiva.
Los diseños que no toman en cuenta a los usuarios lograrán lo siguiente:
- Perderán la funcionalidad básica.
- Insultarán la inteligencia del usuario.
- Carecerán de flujo de navegación.
- Obtendrán una respuesta vaga y robótica
Te contamos un ejemplo:
El área de trabajo de una persona estaba esperando que el diseñador front-end presente un modelo funcional de una nueva interfaz de usuario. El diseño se retrasó debido a un campo despegable. El diseñador tenía todos los valores, pero no podía identificar la falla.
Al final, consultaron con el área de calidad que estaba tratando el problema. Cuando se sentaron y vieron el trabajo de este área, notaron que uno de los trabajadores de este área usaba un teclado al momento de ingresar los valores en lugar de usar el mouse. Eso causaba la falla porque el menú emergente nunca estuvo diseñado para funcionar con otros métodos de ingreso.
En este caso, olvidaron la regla número uno de diseño UX: el usuario está en primer lugar, incluso cuando se trata de casos extremos.
Solo porque ese área estaba acostumbrada a trabajar con la interfaz de un cierto modo, olvidaron brindar otra opción para otros usuarios, lo que, en este caso, afectó la implementación del back-end. El pequeño descuido retrasó el proyecto por días.
Más allá de olvidar al usuario, también es posible ser ineficiente porque te importa demasiado o muy poco. Pero, nuevamente, no pierdas todo el respeto por tu usuarios o veas cada problema como un bloque. Todo se trata de caminar en la cuerda floja y no apoyarse en ningún extremo.
Aquí tienes algunos consejos sobre pruebas de usabilidad:
- Crea prototipos con prontitud de se forma continua. Puedes acelerar el proceso usando bibliotecas de elementos integrados e interacciones. Una vez que termines tu prototipo de baja fidelidad, pruébalo con, al menos, cinco usuarios, luego pasa un prototipo de alta fidelidad y vuele a probarlo con otro grupo de usuarios.
- Si tienes un tiempo limitado, intenta pruebas de usabilidad de pasillo. Como el nombre lo sugiere, prueba tu diseño con dos o tres compañeros de trabajo (cinco si se puede) que no estén involucrados en el proyecto. Explícales tu labores principales, luego observa cómo interactúan. Toma nota de su progreso y asegúrate de animarlos a pensar en voz alta mientras completan la prueba.
4. Trabajar aislado
Los seres humanos son criaturas sociales y los diseñadores de páginas web no deben ser la excepción. Todos pueden sacar provecho de la colaboración.
Ya que el diseño web, a veces, considerado de mala forma como un arte (y no lo es porque el comercio está relacionado con él), algunos diseñadores se pegan a un enfoque individual. Es su idea, así que debería ejecutarse de acuerdo con sus especificaciones. Esto es un gran error.
El diseño de páginas web es un esfuerzo colaborativo. Tienes que considerar todas las partes involucradas:
- El cliente o equipo de producto: trabajas para ellos.
- El usuario: establecido por la investigación de mercado.
- El equipo de diseño: para mostrar su buen trabajo
- El equipo de desarrollo: para poner en práctica tus ideas.
- Área de calidad: para identificar fallas antes de empezar a probar con los usuarios.
Si se descuida a una parte, todo el proceso no funciona.
Trabajar aislado es ineficiente porque es más difícil revisar tu propio trabajo que pedir a alguien que lo haga por ti. Un par de ojos que no estén involucrados con ninguna de tu nociones preconcebidas acerca de lo que funciona o luces bien puede resaltar errores obvios en forma y/o función. Del mismo modo, los equipos de desarrollo y diseño deben comunicarse de forma cercana si deseas una buena transición desde el concepto hasta la presentación final.
Un diseñador web puede pensar que tiene todo planeado, pero la realidad es que no siempre está conscientes de las realidades prácticas de lo que puede suceder. Y tampoco es malo tener un par de ojos ajenos que te ayuden a examinar si la forma en que estás diseñando es la mejor para lograr el objetivo. Sin importar cuán bueno seas en el diseño de interfaz de usuario, puede existir una técnica diferente que podría resultar en una página web más rápida y con un diseño más atractivo. Y todo eso se refiere a los problemas de comunicación entre integrantes de equipos de trabajo.
Si algunos de tus colaboradores no están siendo tomados en cuenta, arriesgas crear un producto por completo porque estás dejando de lado una pieza base.
5. Proceso de diseño rígido
Otro mal hábito que genera ineficiencia es la rigidez, o ser inflexible.
- Puede ser que ames una cierta forma de hacer las cosas.
- Tal vez estés más cómodo colocando la misma imagen héroe con un mensaje llamativo por encima del doblez en tus últimos treinta proyectos de diseño web.
- No necesitas hacer algo diferente porque no hay necesidad de reinventar la pólvora y el patrón que usas cumple su propósito.
El problema de usar soluciones fáciles por familiaridad es que esto te cuesta más a largo plazo. La técnica puede ser más conocida, pero su ejecución puede carecer de algo.
Si no existe algo especial o nuevo en un diseño web, entonces el equipo de producto podría rechazarlo y podrías retroceder a la primera etapa de diseño. De forma alterna, explorar nuevas técnicas e ideas puede parecer alarmante, pero podrían producir los mejores resultados con menos tiempo a comparación de los procesos cómodos.
El factor determinante siempre es el contexto del proyecto.
6. Trabajar en exceso
Hablando de balance, este también puede mejorar la calidad de tu trabajo. Trabajar demasiado puede hacerte trabajar lento. El proceso creativo es esencial para el diseño web, y trabajar en exceso puede entorpecer tu habilidad de pensar creativamente.
Al momento de maximizar tu productividad, es importante reconocer cómo funciona el proceso del pensamiento. Existen dos tipos de pensamientos: enfocado y difuso
- El Pensamiento enfocado requiere tu atención completa hacia una labor. Acciones como leer, recordar, repetir y otras similares son parte de este proceso, y son importantes para crear familiaridad con un tema o técnica.
- El pensamiento difuso es un proceso de pensamiento subconsciente y de forma libre que une ideas diferentes y las sintetiza en un concepto general. El pensamiento difuso ocurre mientras caminas, te duchas o cuando estás ocupado. Esta es la razón por qué tienes ideas geniales antes de dormir o medio de un sesión de ejercicios. En esencia, estás esperando que tu cortex prefrontal se haga a un lado.
Muchas de las ideas brillantes que emergen de la nada son producto del pensamiento difuso. Por ejemplo, la teoría de la Gravedad de Newton ocurrió de casualidad mientras el matemático estaba relajándose bajo la sombra de un manzano
Estar relajado es imperativo para crear nuevas soluciones. Una muy buena forma de fomentar ambos tipos de pensamientos es usar el método Pomodoro en el cual estableces un límite de tiempo de 30 minutos, luego te tomas un descanso de 3 a 5 minutos.
Sea cual sea el método que elijas, siempre debes seguir sesiones de intensa concentración seguido de momentos de relajación.
Conclusión
Estos son solo algunos de los malos hábitos que algunos diseñadores de páginas web pueden adoptar. Pero con una comunicación saludable y mucha paciencia, estos comportamientos puede ser aliviados o eliminados.
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Este artículo fue publicado originalmente en The next web, en idioma inglés, y ha sido traducido y adaptado por Staff Digital, especialistas en diseño y desarrollo web en Lima, Perú. En Staff Digital nos encanta encontrar y compartir información de alta calidad de diversas fuentes. Si encuentras un artículo interesante en inglés sobre Imagen e Identidad Corporativa, Estrategia Digital o Diseño de Páginas Web, ponte en contacto con nosotros y uno de nuestros editores se encargará de traducirlo y publicarlo. Gracias por visitarnos!
