Identificamos 10 trampas comunes del diseño web y explicamos cómo evitarlas antes de que te cueste un buen monto.
No todos los proyectos van viento en popa de principio a fin. A veces las cosas se tornan complejas, los clientes no están contentos o el tiempo y los recursos originalmente planeados en el proyecto se expanden de manera exponencial. El beneficio esperado se convierte en una escala dramática, e incluso, se puede llegar a tener una pérdida o un sitio web deficiente
Puedes encarar algunos de los principales problemas desde el inicio, si logras reconocer estas 10 trampas comunes de diseño de páginas web y esquivarlas antes de que afecten tu círculo creativo.
1. Dijiste que sí, pero debiste haber dicho que no
A todos nos pasa. El atractivo de un trabajo grande puede hacerte aceptar una comisión sin pensarlo realmente bien, sobre todo si no tienes ningún otro trabajo. Pero pregúntate: ¿Eres el indicado para dicho trabajo? ¿Te apasiona? A veces es mejor decir «no» para evitar problemas posteriormente.
2. No estableciste nada por escrito
Nos guste o no, a veces las cosas salen mal. Llamémoslo «diferencias creativas» y dejémoslo así. Cada vez que te enfrentes a un nuevo puesto de trabajo, asegúrate de obtener los detalles por escrito y hacer que el cliente esté al tanto de cómo se trabaja y lo que se cobra por ello. La elaboración de algunos términos y condiciones de negocios nunca es una pérdida de tiempo.
3. Te quedaste atascado en el ‘flujo del diseño’
En aquellos puestos de trabajo donde el comienzo de un proyecto parece no tener fin, debes encontrar a los responsables de la toma de decisiones, hacer que se involucren, motivarlos y persuadirlos a hacerse cargo tan pronto como sea posible. No busques hacer trabajos interminables solo, tratando de mantener a todos contentos.
4. No estás ahí para resolverlo todo
No dejes de lado el proyecto en el día 1. Es necesario acordar algunas métricas de rendimiento con el cliente y tenerlas en cuenta. Si el proyecto no está funcionando, toma acción inmediatamente. Forja este detalle y cuádralo en tu presupuesto.
5. Tu diseño es de alto concepto, no de alto impacto
Es muy bueno que tu diseño tenga estilo y utilice fuentes redondeadas que a todo el mundo en el estudio le gusten, pero si no cambia el comportamiento del público objetivo, le habrás fallado a tu cliente, incluso si a él le encantaron también.
6. Olvidaste que serías juzgado por tus diseños
Ideas tales como «conocer de marca» y «todo entra por los ojos» pueden ser inútiles en la práctica. A nadie le importa si el público puede reconocer un logotipo, si odian la marca y todo lo que representa, y prefiere comprarle a un competidor. Elige métricas prácticas útiles, como las ventas, los beneficios y el efecto planteados.
7. No acordaste un presupuesto
Averigua por adelantado lo que un cliente espera gastar y dale algo que se ajuste a su presupuesto. Si el cliente no ha pensado ello, no ha pensado en el proyecto.
8. El problema está de vuelta
Si no tienes la respuesta instantánea a un problema frente a un cliente, es tentador enviar un aire de confianza y responder «seguro» o «no hay problema» como una primera respuesta, pensando que se te ocurrirá algo más tarde, pero si esa respuesta no llega, te puede causar un gran estrés, y hasta podrías dar marcha atrás a último momento.
La gente es, por lo general, mucho más receptiva a una respuesta sincera, de modo que puedes responder «Para ser honesto, no estoy seguro de cómo vamos a resolver esto. Pensemos y reunámonos mañana para hablar de ello». No veas al cliente como una autoridad ni te sientas tú como tal, se trata más bien de un equipo de trabajo, tratando de resolver una situación para ganar ambos después.
9. Recibiste mucho trabajo
Nadie quiere rechazar un trabajo, pero solo porque una vez te las arreglaste para realizar tres proyectos a la vez, no asumas que siempre serás capaz de hacerlo. Sé realista y construye un poco de espacio para respirar dentro de tu itinerario, así evitarás que las cosas vayan mal.
10. No actúes a la defensiva
Si eres el tipo de persona que busca el camino más fácil para todos sus proyectos, será mejor que abandones la industria del diseño. No hay necesidad de ser grosero o arrogante ante el cliente por los pedidos que hace («no me gusta el azul, vamos, hazlo rojo»), pero debes tener en cuenta todos los detalles del proyecto y lo que es mejor para ello, de acuerdo con tu perspectiva y visión profesional, o estarás fallando en tu deber de explicar lo debido para un óptimo trabajo. En última instancia, se te juzgará por el resultado final de un proyecto, no por ser una persona agradable durante el mismo. Así que tenlo en cuenta durante todo el proceso y las cosas irán bien.
¿Cuáles son los errores de diseño web que has cometido y te gustaría cambiar? Cuéntanos en los comentarios.
Extraído de http://www.creativebloq.com/, traducido por Staff Digital.